LA VIRTUALIZACIÓN SE EXTIENDE HASTA EL ENTORNO DE LAS APLICACIONES
A estas alturas, y después de más de diez años de presencia entre las herramientas de IT, podemos afirmar que el 100% de las empresas emplean la Virtualización, de uno u otro modo. Es cierto que cuando aflora el término Virtualización, solemos identificarlo unívocamente con las virtualización de servidores, pero la realidad es que este concepto sufre una importante carga de significados. Los operadores de telecomunicaciones suelen indicarnos que este concepto ya aplicaba a las primeras centrales de conmutación analógicas, en las que una impresionante máquina repartía servicio entre todos los usuarios, sin haber recursos simultáneos para todos ellos. Quizás el fenómeno disruptivo que inició esta nueva oscilación del péndulo hacia la compartición de un recurso por parte de múltiples clientes, fue lo que conocemos como SAAS (Software As A Service). Especialmente me refiero a una aplicación CRM (gestión de fuerza de venta) que posibilitó que muchas empresas le entregaran a la nube lo que en otro tiempo hubiera supuesto un importante mesado de cabellos.
La aceleración completa del péndulo hacia este tendencia la encontramos cuando combinamos esta manera de consumir las aplicaciones empresariales con los terminales móviles de última generación, de forma que desde smartphones, tablets o cualquier dispositivo que venga (relojes, ropa, etc.), los usuarios puedan consumir a su gusto las aplicaciones. Queda aún mucho por hacer en este campo. Muchas aplicaciones se desarrollaron hace años en formato monolítico, y su forma de escalar es poco productiva, ya que es casi lineal en el número de recursos virtuales consumidos. Muchas aplicaciones deberán ser re-escritas para su adaptación al modelo SAAS, para poder virtualizar la aplicación y entregarle a cada usuario su trocito. Además hay que gestionar cómo impacta a todos los usuarios una parada para actualizar o un bug… quizás sean los primeros síntomas de que estamos iniciando la pérdida de aceleración del péndulo…
Fijándonos ahora en otro de los significados, el escritorio virtual, resulta que su adopción por parte del mercado es dispar. Quizás los “early adopters” que tuvieron que dar marcha atrás, bien porque la tecnología en su momento no ofrecía lo necesario, quizás por falta de definición clara del objetivo (cuánto daño hace saltarse la fase de Definición de Expectativas), lastraron su despliegue. Hoy en día multitud de empresas usan con éxito esta técnica. No obstante, el escritorio virtual no es para todos ni para todo, y los escritorios personales nos seguirán acompañando, que a fin de cuentas eso es lo que son los nuevos tablets, smartphones y dispositivos híbridos, una nueva definición del escritorio, en el que los usuarios usan su terminal, pero son las aplicaciones las que están virtualizadas.