¿ES POSIBLE SENTIRSE PARTE DE UN EQUIPO CUANDO ESTÁ FORMADO POR PROFESIONALES DISTANTES?

Está claro que el teletrabajo no es ningún tipo de moda. Es más, es un mecanismo para conciliar la faceta personal con la profesional que no tenemos duda de que poco a poco vaya calando en cada vez más empresas. Reducción de costes por desplazamientos, mejora de la productividad y una mayor flexibilidad son los pilares sobre los que se sustenta la argumentación que defiende el teletrabajo. Empieza además a aparecer los primeros estudios que concluyen que un profesional a tiempo completo en modalidad de teletrabajo es algo más del 10% más eficiente que un profesional que acude todos los días a su puesto de trabajo. Por otra parte, y como en casi cualquier aspecto, el teletrabajo conlleva ciertas desventajas. La más importante sin duda es la pérdida de interacciones diarias en la oficina entre los profesionales que componen un equipo. Es posible que algún miembro de este equipo pueda sentirse a veces aislado y desconectado del resto. ¿Cómo podemos por tanto evitar que esta situación ocurra? Un primer camino para lograrlo es aprovechar cada videoconferencia que mantengamos con el equipo para simular aquellas interacciones propias de la oficina. La incorporación del vídeo en alta definición como parte fundamental de la videoconferencia te permitirá hacerlo de una manera mucho más sencilla. Lo primero de todo por tanto será aconsejar a todos los asistentes a la conferencia que activen sus videocámaras y no basen su participación únicamente en sonido. Esto hará que cada uno de ellos se concentre plenamente en la videoconferencia. Saber que le estamos viendo no tendrá la tentación de leer un correo electrónico, hojear unos apuntes, etc. mientras un compañero comparte su opinión. Por otra parte, el moderador puede emplear los primeros minutos de la conferencia para interesarse por la situación y el estado del equipo de profesionales. Romper el hielo de la conversación con asuntos extra laborales puede ser una buena idea para generar confianza y facilitar la conexión entre los miembros del equipo. Después de todo, si estuviéramos en la oficina, tras el saludo muy seguramente hubiéramos lanzado alguna pregunta como “¿qué tal tus hijos?”, “¿saliste de la ciudad este fin de semana?” o “¿has probado a ir al nuevo restaurante que abrieron el mes pasado?”. En resumidas cuentas, el teletrabajo tiene en la videoconferencia un gran aliado al facilitar que las interacciones tan necesarias entre los componentes de un equipo puedan tener lugar aún en situaciones de ubicación remota. ¿Has aplicado alguna de estas ideas en tu gestión de equipos?