Sin un buen briefing, NO HAY BUENA COMUNICACIÓN

13/01/2015 - Blog
Al hablar de comunicación es imprescindible hacer referencia al anglicismo ‘briefing’. Este término -que no por ser muy escuchado, es muy comprendido-, da nombre a un informe en el que se reúnen los parámetros de información necesarios para desarrollar una acción de comunicación eficaz. Su importancia es vital porque, gracias a sus contenidos, los responsables de dar forma y vestir el mensaje, disponen de los datos necesarios para que éste se ajuste a los objetivos perseguidos. Normalmente, los ‘briefings’ aportados por los clientes suelen adolecer de una falta de criterio y de una escasez de información muy notable. Una circunstancia que deriva hacia una pérdida de foco en la comunicación y de tiempo, dado que la ausencia de datos impide el correcto desarrollo del trabajo. Para evitar que esto suceda, hoy plantearemos un pequeño índice de contenidos ‘imprescindibles’ para la creación de un buen briefing:
  1. Objetivos: debemos señalar qué pretendemos conseguir con la acción de comunicación. Tenemos que establecer unos objetivos deseados y ‘reales’, que definan el foco de la comunicación.
  2. Determinación de público objetivo: definir a quién nos dirigimos. Un factor muy importante que ayudará a ‘adecuar’ la comunicación a un perfil tipo y establecer el ‘medio’ en el que podremos establecer el ‘punto de contacto’.
  3. Beneficio para el consumidor (consumer benefit): no sólo la forma de comunicar contribuye a marcar nuestro factor diferencial. Dejar muy claro cuál es el ‘beneficio añadido’ que aportamos al público, se convierte en el argumento de referencia y en valor que nos desmarca de posibles competidores.
  4. Factores de utilidad (reason why): uno de los argumentos racionales que más importancia tienen a la hora de emitir un mensaje es la ‘utilidad’ de lo que ofrecemos. El usuario busca ‘soluciones’ y debemos ser capaces de que –de forma evidente y rápida- nuestro mensaje le ofrezca la respuesta que desea.
  5. Definición de tono y estilo adecuados (Tonality): la comunicación es a principal correa de transmisión de la ‘personalidad’ de una marca. Por ello, los mensajes deben adecuarse a un tono y estilo que refleje la identidad real de la empresa.
  6. Contenidos: aportar aquellos contenidos informativos que ‘cuenten’ la realidad de lo que queremos transmitir. Información que
  7. Histórico de comunicación: a la hora de marcar una línea de trabajo, conocer la trayectoria de comunicación de la marca aporta una información básica para poder ‘evolucionar’ sin perder de vista la escala de valores