Pon el corazón en las palabras

11/05/2015 - Blog

Por Eva Corral. Directora Comercial y Desarrollo de Negocios. Masscomm

Queridos amigos, hoy vamos a hablar de 3 grandes placeres que tiene la vida: vino, comida y la Calle Laurel de Logroño. Quien más o quien menos todos hemos asistido a alguna cata de vino. Y todos hemos vivido esta experiencia de diferentes maneras. Recuerdo una cata mañanera, poco memorable, en la que se nos enseñó la bodega de una manera bastante fría y con prisas y tras la cual se nos dio a degustar con bastante poco interés un vino que no estaba a la temperatura adecuada. El resultado fue que, además de caer a plomo en el estómago, nos hiciéramos una idea equivocada del vino en concreto y de la bodega que lo elaboraba.

¿Era malo el vino? Ni de lejos. ¿Era mala la bodega? Ni de casualidad. Tiempo después tuve la oportunidad de tomar el mismo vino en una cena con amigos. El vino estaba a la temperatura adecuada, el ambiente era muy bueno y la cena estaba exquisita. El protagonista era el mismo, el contexto era radicalmente diferente. Aquel vino ha salido en alguna de las listas más prestigiosas. Algo parecido pasa con los restaurantes. Todos los que estamos leyendo este editorial tenemos perfectamente cubiertas las necesidades básicas de la pirámide de Maslow. No salimos a cenar un sábado para alimentarnos, lo hacemos buscando experiencias, que nos sorprendan, que nos agraden y que hagan que recordemos esa cena como algo especial. La materia prima, excepto si nos sacan algo cocinado con nitrógeno líquido o cosas por el estilo, la podemos comprar todos en el súper y hacerla en casa.

En Logroño tenemos la suerte de tener una de las calles de pinchos más afamadas de España, la Calle Laurel. Comer o cenar de pinchos se convierte en toda una experiencia. El buen ambiente que destila, la alegría que derrocha y la sana competencia entre la multitud de gastrobares que compiten por tener el pincho más sorprendente hacen que el alimentarse quede en un segundo plano. Lo importante es el contexto más allá del hecho físico de comer un pincho que en muchos casos se trata de una pequeña obra maestra en miniatura.

Experiencia de cliente y venta están como todos sabemos demasiado interrelacionadas como para no prestarles atención. El cliente busca experiencias de compra, tanto cuando va a cenar como cuando quiere renovar la instalación tecnológica de su empresa, hotel o domicilio. Tener muy presente que al cliente no le estamos vendiendo productos sin alma sino experiencias completas nos hará estar varios pasos por delante de la competencia.

Ofrecer soluciones completas integrando varias tecnologías en un mismo pack de tal forma que ellas se entiendan, se complementen y hagan más productivo a nuestro cliente tendrá como resultado una venta más sencilla de un número mayor de artículos en una misma propuesta. El cliente nos verá como un colaborador más que como un mero suministrador. Conocer en profundidad al cliente, sus gustos, sus inquietudes, su cifra de negocio, sus orígenes, hará que hagamos una propuesta totalmente personalizada, que nadie va a conseguir igualar, porque esa es la suya, es esa propuesta hecha con atención, con cuidado, con esmero. Nadie va a batir en precio lo que entra por lo emocional. Podrá haber otras propuestas de la competencia más baratas, pero no va a ser la suya, la que él sabe que es, en realidad, lo que estaba buscando quizá sin saberlo.

Y vosotros con nuestra ayuda se lo vais a dar.

En Masscomm tenemos mucha experiencia en marketing, preventa y posventa y equipos específicos dedicados a ello. Os podemos ayudar a diseñar desde cero cualquier solución que queráis ofertar a vuestros clientes, personalizándola hasta donde sea preciso para conseguir que vuestro cliente la vea como única, como la única solución que cubre no sólo sus necesidades sino también sus expectativas. Los clientes están muy acostumbrados a que se cubran sus necesidades, pero bastante poco a que nos adelantemos y cubramos o superemos sus expectativas, y si jugamos bien la parte emocional nos situaremos varios pasos por delante de quienes se ciñen únicamente a la racional.

Acabamos en el punto exacto en el que comenzamos. Con buen comer y buen beber.

¿Qué es mejor, un vino de crianza, un reserva, un gran reserva, uno de nueva expresión, un joven con maceración carbónica? Cada uno tenemos nuestros gustos y habrá un vino que encaja perfectamente con ellos. Un vino es ideal cuando uno lamenta haber acabado la botella…Ninguno de los anteriores es necesariamente mejor o peor que los demás siempre que haya un buen hacer y que la materia prima de todos ellos sea de calidad. Lo que sí es cierto es que dependiendo de si es hombre o mujer, de la edad, del nivel de estudios y de la situación económica podemos predecir en un porcentaje muy alto cuál va a ser su preferencia. De la misma forma que un hotel tendrá en general unas necesidades e inquietudes similares a las de otro hotel, lo mismo ocurre con una empresa agroalimentaria, un ayuntamiento, una residencia de ancianos, un call center… Por ello en Masscomm hemos diseñado un marketing especial junto con una solución única y totalmente personalizable según el mercado vertical al que nos dirijamos.

¿Y qué es mejor? ¿Una sidrería, un asador, un restaurante de pescado o uno de alta cocina? Pues igual que lo anterior.

Tenemos muy buenos productos en catálogo, nuestros fabricantes son todos de primera línea, no hay mucho más que añadir por ahí ya que esa arma ganadora la tenemos.

Trabajando a fondo la personalización de las ofertas vamos a conseguir unir la razón con el corazón y de ese modo conseguiremos cerrar más ventas y de mayor cuantía con una gran satisfacción de nuestros clientes. Pon el corazón en las palabras: quien habla con y desde el corazón, también se dirige al corazón de quienes lo escuchan. Con la primavera me pongo romántica…

¡Feliz primavera!