La actitud nuestra fuerza

16/02/2015 - Blog

Javier Fuentes Urtiaga. Director Nacional de Grandes Cuentas

La actitud es la forma de actuar de una persona, el comportamiento que emplea un individuo para hacer las cosas. En este sentido, se puede decir que es su forma de ser o el comportamiento de actuar, también puede considerarse como cierta forma de motivación social de carácter, que impulsa y orienta la acción hacia determinados objetivos y metas. Más allá de la definición de la actitud creo sinceramente que es lo que nos diferencia entre ser algo importante en la vida o ser uno más de los que transitan por nuestra sociedad. Las personas transmitimos sensaciones y estas las percibimos todos y son aquellas que más nos llaman la atención e identifican a las personas, su actitud y como las divulgamos es lo que nos diferencia, hay personas que estas con ellas y en los primeros cinco minutos dices “ole, ole, y ole”, esta persona te transmite algo que denominamos "filin", química, etc., y otras después de diez minutos no te dicen nada como personas, la diferencia entre ambas es la actitud de enfrentarse a la vida. En las empresas pasa lo mismo, el concepto de la actitud es muy importante para conseguir los objetivos de las empresas, cuantos más miembros de la empresa tengan una buena actitud los éxitos de esta será mayores y se refleja últimamente en la contratación por parte de los Departamentos de Recursos Humanos de las empresas donde se emplea una fórmula para valorar a las personas que quieren contratar: V = (C + H) x A El Valor de una persona es igual a la suma de los conocimientos y de la habilidad, su experiencia, pero lo que verdaderamente multiplicada es la actitud. Las personas pueden tener una gran formación y unas grandísimas habilidades pero esto nunca les diferenciara del resto, en cambio si la misma persona tiene grandes conocimientos y una gran experiencia así como una buena actitud su visión por las otras personas es infinita. En general todos somos serios, correctos y profesionales, pero aun siendo importantísimo esto si le sumamos la actitud nos distanciaremos totalmente de las personas serias, correctas y profesionales. La actitud es lo que diferencia a las personas mediocres de las que sobresalen por esta cualidad, nuestra manera de ser, el cómo nos enfrentamos a los problemas cotidianos, como nos relacionamos con las personas de nuestro entorno, con todos estos ingredientes si le aportamos una buena actitud seguro que destacaremos. La gente nos define y valora por nuestra manera de ser, los amigos y a los familiares los elegimos por como son no por su curriculum. La vida nos da muchas alegrías pero también muchas tristezas y la actitud que tomamos sobre estas es la que nos puede diferenciar de ver la vida en negativo o en positivo. Cuando en nuestras vidas estamos desanimados por algún motivo importante para nosotros perdemos lo mejor que tenemos que es nuestra manera de ser, nunca se pierde ni conocimiento ni experiencia, se pierde nuestra alegría y nuestra manera de enfrentarnos a la vida. En esta sociedad prima la rapidez, conducimos rápido, hablamos rápido, comemos rápido, estamos cansados de leer “si no adelantas retrocedes”, o “la vida es como andar en bicicleta si te paras caes” tenemos que reivindicar la pausa parar la bicicleta para no confundirte de camino para retocar y ajustar sus mecanismos. Sólo nos paramos a pensar cuando la vida nos da un susto a nosotros mismos o a los que nos rodean y tendríamos que tener dos conceptos claros en la vida, “SER AGRADECIDOS”, por muy graves que sean los problemas siempre tendremos algo que nos alegre, sobre todo si somos los privilegiados que tenemos familia y trabajo, “TENER ILUSION” por emprender, por compartir, por ayudar, por trabajar, pero sobre todo poder aportar nuestro granito de arena a la sociedad dejando los egoísmos e individualidades atrás. Para poder conseguir esto nos tendríamos que parar para valorar las cosas pequeñas que aunque siempre están aquí casi no les damos valor, son mucho más importantes que los grandes problemas que tenemos en la cabeza y que no nos dejan ver la realidad. Cuántas veces se ven mejor los problemas al día siguiente, pues el problema es el mismo, y en esta pausa de la vida debemos reflexionar sobre “lo más importante es que lo más importante tiene que ser lo más importante”, hay mucha gente que no hace nada a toda velocidad y creo que es más interesante en la vida hacer cosas importantes, priorizar no hacer cosas por hacer sin ningún sentido, buscar un objetivo, desarrollarlo con mucha ilusión, empleando toda nuestra fuerza y conseguir con una aptitud diferenciadora el éxito de lo que te comprometes con la sociedad. Este año después de esta crisis que estamos pasando nos tenemos que parar y empezar el año comiéndonos el mundo siendo ambiciosos en nuestros objetivos y salvando los muchos obstáculos que nos pone la vida y apoyándonos entre todos para conseguirlo,

A POR EL 2015